EVALUANDO ARGUMENTOS

El propósito de este artículo es presentar dos instrumentos que faciliten la identificación de los elementos de un argumento, en el marco de un dialogo racional o un debate. Como ya se mencionó en el post: https://razonilustrada.blogspot.com/2019/04/conceptualizando-ando.html, la argumentación es la última operación básica del pensamiento. Un pensador crítico debe tener la capacidad de evaluar los elementos de los argumentos, tanto propios como ajenos, para identificar las falencias, errores o engaños encubiertos.

¿Qué es un argumento?

Podemos encontrarnos con algunas pequeñas diferencias entre distintas definiciones de argumento, las cuales sin embargo dejan ver los elementos esenciales que posee este concepto. Desde el punto de vista de la lógica tradicional, un argumento es un proceso mental en el que a partir de unas premisas se obtiene una conclusión. El silogismo clásico es un argumento deductivo, pues parte de una premisa de mayor extensión (La premisa mayor) y utiliza una segunda premisa de menor extensión (La menor), para llegar a una conclusión de carácter concreto o particular. En un argumento inductivo, se ponen distintas premisas de carácter específico o concreto, para llegar a una conclusión de carácter general o universal.
Desde la teoría de la argumentación, que incluye situaciones más amplias que la lógica formal o tradicional, entiende Toulmín[i], un argumento como: “una secuencia de opiniones y razones encadenadas, que entre ellas establecen el contenido y la fuerza de la posición para la cual argumenta un hablante en particular”.
Adolfo León Gómez[ii], sostiene que un argumento es: “Un acto lingüístico complejo que transmite el acuerdo –persuade o convence- de premisa(s) a conclusión, o retrotransmite el desacuerdo de conclusión a premisas”.

A partir de estas pocas definiciones, podemos sacar los rasgos esenciales de un argumento:
  • Un argumento es una secuencia, una cadena, es decir, un conjunto de elementos que tienen una ligazón entre sí, en el cual cada elemento depende del otro de alguna forma, así como la totalidad depende de esos distintos elementos que la conforman.
  • Los elementos que componen un argumento actúan de distinta manera, unos se configuran como los fundamentos o las bases (premisas), otros se constituyen en la superestructura o consecuencia de las bases (Conclusión). 
  • Los argumentos tienen una “fuerza”, un “poder” o “eficacia”, que consiste en lograr que la conclusión predomine sobre otras conclusiones competidoras, bien sea a través de la demostración o la persuasión.
  • En otras palabras: Un argumento es una secuencia de información que como un todo, establece algún tipo de aseveración con algún grado de eficacia.

Aunque en muchas ocasiones, se habla indiscriminadamente de argumento y argumentación como equivalentes, lo cierto es que a la argumentación la podemos comprender como el conjunto concatenado y coherente de argumentos. Una argumentación es de carácter global y el argumento su parte constitutiva.

Presentación de los instrumentos

Los siguientes instrumentos no son otra cosa que organizadores gráficos, que pretenden actuar como mapas cognitivos[iii], orientando la identificación de las características estructurales de un argumento. Ésta estructura ha sido magistralmente definida por Stephen Toulmin, en su famoso libro: Los Usos de la argumentación.



El Argumentador pretende ser un organizador de los argumentos propios antes del debate, el dialogo o la exposición de ideas.

En primer lugar se identifica el tema, la proposición o pregunta que genera el marco desde el cual se va a producir la argumentación.

Cada fila, se constituye en un argumento completo, el cual está estructurado según Toulmin, de la siguiente manera:

Tesis: Es la aseveración que queremos sostener, la idea que queremos que el auditorio admita o se adhiera.

Datos: Los datos no son otra cosa que la información que sirve de base para la tesis. Consiste en la descripción o constatación de hechos, de eventos observables, de medidas, comportamientos, cualidades objetivas, cifras estadísticas, características, magnitudes, etc.

Garantía y respaldo: En la garantía y el respaldo se ubica el corazón del argumento. La garantía es lo que nos permite pasar de los datos a la conclusión o tesis. ¿Por qué puedo sacar la conclusión de la información descrita?, solo lo puedo hacer desde una regla, principio o teoría que explique, describa o prescriba la relación entre esos datos y la conclusión a la que se quiere llegar. La regla, principio o teoría descriptiva/explicativa puede ser proporcionada por la razón, la observación suficientemente validada y en el mejor de los casos por la investigación científica. También puede ser prescrita por una ley o un código de derecho.

El respaldo consiste simplemente en la cita específica del principio, regla o teoría. Es decir la ubicación de la fuente y la referencia concreta de donde se obtiene la garantía.


El modalizador: Nos hace conscientes de la fuerza con la que la garantía relaciona los datos con la conclusión. "Siempre", "probablemente", "generalmente", "absolutamente", son ejemplos de indicadores modales que nos permiten situar la fuerza de un argumento en un rango de eficacia aproximado. Exagerar esa fuerza nos puede hacer victimas fáciles del oponente, al mostrarnos contraejemplos o excepciones, y al contrario, no hacer suficiente énfasis en esa fuerza, puede dejar el argumento subutilizado y por lo tanto desperdiciarlo.


Las excepciones: Las excepciones nos ayudan a complementar lo hecho en el modalizador y consisten en definir claramente cuándo la garantía no se cumple, en qué condiciones esa garantía falla, cuál es su alcance preciso. De esta forma podemos prever ataques del oponente e igualmente la defensa correspondiente.

Es claro que ser tan explícitos en la elaboración de los argumentos no es fácil. Sin embargo, esbozar de algún modo los elementos descritos, nos ayudará a ordenar nuestro discurso, a fortalecer cada argumento y a tener en cuenta posibles contraargumentaciones. 

Garantía y campo argumentativo

Las distintas temáticas que pueden ser objeto de argumentación, obviamente son infinitas. Sin embargo, cada una, puede incluirse en algún campo del saber y de la actividad racional humana. Cada campo posee unas formas de argumentación, unas pretensiones propias de validez de las proposiciones, unos propósitos, contextos, reglas y protocolos particulares.

Marafioti[iv] hace referencia a los 5 campos que según Toulmin reflejan las distintas “empresas” racionales humanas:

·       El derecho

·       La ciencia

·       La crítica de arte

·       La dirección de empresas

·       La ética.

Más allá de esta clasificación, lo que importa es comprender que el éxito de la garantía corresponde precisamente, a que ella sea consecuente con la estructura del campo argumentativo al que pertenece el tema que está en discusión. En otras palabras, si se está discutiendo algún tema científico, la garantía y el respaldo deben provenir de ese campo, deben ajustarse a los propósitos y los protocolos de esa actividad racional humana. Hay ocasiones en que por ejemplo, si se está debatiendo de política caben argumentos de tipo ético y también elementos de la ciencia pueden hacer parte de argumentaciones en algunos otros campos, sin embargo, debe tenerse mucho cuidado y ser muy conscientes al introducir elementos de un campo en otro, porque lo que puede pasar, es que se deslegitime la garantía y el respaldo, sobre todo si se desconoce el funcionamiento del campo argumentativo desde donde ella se está trayendo. Ejemplos de esta falla se encuentran por doquier, por ejemplo, cuando un espiritualista hace uso de descubrimientos de la física cuántica para sostener sus tesis espirituales, retorciendo el verdadero sentido que desde la ciencia se les ha dado a ellos, o cuándo se traen razones religiosas para justificar acciones éticas con la pretensión de que ellas tengan validez universal o cuándo se usan libros sagrados para interpretar hallazgos paleontológicos, etc, etc. 

Es importante entonces identificar el ámbito al que pertenece el tema de discusión para extraer de allí unas garantías coherentes.


El encuadre

El encuadre es una técnica utilizada en los debates que no se conoce o no se le da la importancia debida.

El encuadre consiste en tratar de enmarcar el debate o de enfocarlo en un contexto que sirva a los intereses del que lo hace. En otras palabras, consiste en persuadir a los demás sobre cuál es el sentido del debate, el sentido de lo que se está discutiendo y en consecuencia sobre cuáles son los argumentos relevantes. Obviamente el sentido que queremos que los demás acepten será el que favorezca nuestra posición.

Por ejemplo, si se está debatiendo sobre el matrimonio homosexual, un encuadre posible será aquel que situé ese debate en el marco de la importancia que tienen los derechos humanos y la libertad individual, se insistirá en que ese tema tiene que ver con eso. Un encuadre contrario será aquel que sitúe el tema en la pérdida de valores, la destrucción de la familia tradicional y el orden, etc, etc. El que gane que los demás crean en su propuesta del “verdadero sentido” de la discusión, ganará también en cuanto a que las personas consideren los argumentos esgrimidos en la dirección de ese sentido, como los más importantes.

Según Steven Johnson en su libro "Ganar debates", el encuadre puede ser:

·   Prospectivo: Cuándo se trata de definir los términos del debate al comienzo del mismo. Se puede hacer por ejemplo considerando la pregunta que se encuentra inmersa en la cuestión tratada o definiendo el punto central. Hay que convencer a la audiencia que ese enfoque es el “real”, el “importante”.

·   Retrospectivo: Cuándo se termina el debate se intenta reformularlo; se recapitula haciendo énfasis en los argumentos de ambas partes, pero enfocándose en la refutación de los contrarios y en la relevancia de los propios.


El contraargumentador

Es un instrumento que trata de organizar los elementos de la argumentación del contrincante en un debate o en una discusión racional, con el fin de analizarlos y de descubrir sus puntos débiles.
Esos puntos débiles pueden estar:
En la calidad de las pruebas (Los datos). Si no se cree en ellas porque no existe una validación externa de las mismas, si esas pruebas o datos no son pertinentes para la tesis, no tienen que ver. Si los datos no son reconocidos generalmente como verdaderos. Las pruebas o datos, no son claros o evidentes.
En la garantía. Si la regla enunciada no es clara, no es pertinente, es de dudosa procedencia, es decir, su respaldo es difuso o inexacto. Si es un principio o teoría con dificultades, o no es reconocido por la comunidad científica, o si la interpretación del principio aplicado es incorrecta o dudosa. Si existen además excepciones a la garantía no contemplados u omitidos.
En el modalizador. Se cuestiona el grado de certeza que se le quiere atribuir a la tesis, haciendo énfasis en que el argumento no alcanza el nivel de certeza suficiente para aceptarlo como relevante.
A la hora de refutar un argumento, se puede seguir el siguiente orden[v]

1.     Identificar el argumento y su estructura (a través del instrumento)

2.     Identificar los puntos débiles con base en los anteriores criterios.

3.     Parafrasear el argumento haciendo énfasis en esos puntos débiles ya identificados.

4.     Criticar el argumento, refutando las debilidades

5.     Explicar por qué es importante la crítica del argumento.

Es importante tener en cuenta, que se deben refutar primero los argumentos del oponente antes de esgrimir los propios, Respecto al punto 3 del anterior orden de la refutación, se recomienda tratar de reducir los argumentos del oponente a su esencia en una sola frase, para así combatirlos más fácilmente.
Por último, en muchas ocasiones los participantes en un debate o en un dialogo racional, no son suficientemente claros al enunciar sus argumentos, por lo que es necesario hacer preguntas que clarifiquen lo planteado. A continuación se ejemplifican algunas preguntas aclaratorias por cada elemento de un argumento. (Adaptadas de: Debates estudiantiles, Manual de apoyo al docente, Gobierno de Chile, Ministerio de Educación, 2004).
     
Aquí dejo un enlace para descargar los instrumentos (Argumentador y Contraargumentador) en formato pdf.




[i] Citado por Marafioti Roberto, Los patrones de la argumentación. Editorial Biblos. Pág, 126.
[ii] Adolfo León Gomez giraldo, Argumentos y falacias. Editorial Universidad del Valle. 1993, Cali. Pág 11.
[iii] Según Julio Cesar Arboleda: "los mapas cognitivos constituyen herramientas de intervención pedagógica orientadas a favorecer la enseñanza, el aprendizaje, la lectoescritura, la investigación y el desarrollo del pensamiento. Guardan una estructura que consiste: a) Uno o varios organizadores gráficos, b) una conceptualización de las competencias y operaciones mentales que se busca enriquecer, y c) una propuesta abierta de actividades de ejercitación y evaluación del aprendizaje creativo". Mapas cognitivos. LEI. 2000. Pág, 15.
[iv] Marafioti Roberto, Los patrones de la argumentación. Editorial Biblos. Pág 143. 
[v] Johnson L.Steven. Ganar Debates. International Debate education Association. Pág 99.




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