APUNTES PARA UNA INTERPRETACIÓN REALISTA

 Una interpretación razonable como reacción al "todo vale" postmoderno

Jerónimo traductor e interprete de las escrituras

Es actualmente una voz común en gran parte de la comunidad intelectual, que el mundo postmoderno enterró el optimismo ilustrado que pretendía ingenuamente el triunfo de la luz de la razón, el establecimiento de principios universales y la búsqueda persistente de la verdad, en las diferentes dimensiones del mundo y de la vida humana.

Los postmodernos triunfantes calificaron a toda pretensión de la razón lógica como una cerrazón mental, como la imposición de una racionalidad dominante y censuradora que generalmente se constituía en un instrumento de dominación esgrimido por la cultura occidental o por la hegemonía científico/técnica ansiosa de no perder el poder epistemológico.

El deseo de rescatar otros saberes y otras expresiones no racionales del ser humano, acabó por explotar, generando una nebulosa gaseosa de pseudociencias, de interpretaciones “creativas”, de “saberes ancestrales” o “alternativos”, para los cuales no hay regla de validez, pues son todos ellos validos en aras de la libertad epistemológica.

La reflexiones apuntadas en este articulo, son un  pequeño intento de rescatar un sano y razonable lugar a la interpretación, apto para la persona común, ajena a la telaraña  ideológica de aquellos que gustan enredarse y enredar.

Sobre el texto y la interpretación

    • Interpretar es hallar el significado de un texto. Un texto tiene significado porque representa una idea, un concepto o una cosa distinta a él mismo. En otras palabras, un texto es una representación. La representación es una condición sine qua non para la interpretación in estricto sensu.

    • Un texto puede estar constituido por un solo signo o por un conjunto de signos interconectados. Los signos pueden ser de carácter lingüístico o extralinguístico.

    • Un texto es un elemento del proceso comunicativo que porta un mensaje (una representación) elaborado por un emisor con destino a un receptor.

   • El texto es entonces parte de un dialogo, es decir, un intercambio de información entre mínimo dos sujetos, en el que al menos uno de ellos trata de hallar el mensaje que el emisor quiere transmitir en un momento dado. 

    • El receptor, en el marco de una comunicación es definido por ser a quien va dirigido el texto y quien tiene la obligación de tratar de entender el mensaje que se le está transmitiendo.
Cuándo el receptor rehúsa entender el mensaje o falla en hacerlo, la comunicación se rompe y desaparece.

    • El autor de un texto(emisor), lo elabora con una intención o propósito.

    • El texto al ser parte de un proceso comunicativo, posee intersubjetividad en un triple sentido:

        1. Se da entre dos o más sujetos
        2. El significado del mensaje puede ser comprendido por cualquier otro sujeto que entienda la estructura, las reglas y los elementos del lenguaje utilizado en el texto.
        3. La decodificación (ir de los signos a la representación)que hace cualquier sujeto del mensaje proporcionado por el texto, debe conservar incólume en sus rasgos básicos ese mensaje, de no ser así se destruye el proceso comunicativo y el propósito mismo del lenguaje.

Por lo dicho anteriormente:

    • En el texto existen elementos objetivos, en el sentido de que no son susceptibles de ser cambiados arbitrariamente por un sujeto sin tener en cuenta la intersubjetividad del proceso comunicativo. Esos elementos son:
    • La estructura y las reglas del lenguaje utilizado
    • El contenido del mensaje efectuado por el emisor, es decir la representación misma contenida en el texto.

Sobre la fundamentación y validez

    • Excepción al texto como elemento comunicativo:

Existen diversos textos (entendiendo texto como aquello que representa algo distinto a él mismo) que no hacen parte de un proceso comunicativo, no son producidos por un autor con un propósito o intención, ni son dirigidos a algún  receptor en particular. 
En este conjunto se subsumen todos aquellos hechos de la naturaleza que inintencionalmente se constituyen en indicios, síntomas o representaciones de otros.

La representación que ellos proporcionan es absolutamente objetiva, es decir no depende de las intenciones, deseos o gustos de los sujetos que actúan de receptores de la representación. La interpretación es por lo tanto totalmente dependiente del texto o signo natural y además es completamente intersubjetiva, lo que significa, que cualquier sujeto atendiendo a la objetividad de la representación, debe llegar a la misma interpretación en unas mismas circunstancias o contextos.

Ejemplo de estos textos, son por ejemplo los fenómenos advertidos por un rastreador, el cual es capaz de hallar la interconexión de indicios naturales para lograr descubrir el paradero de algún animal de caza. Un segundo ejemplo es el de cualquier persona que al ver los rayos y la nubes grises sabe que se aproxima la lluvia y por último en un grado más complejo y profundo, el objeto de estudio de  la misma ciencia, que descubre la “voz” de los hechos naturales para explicar los fenómenos y hacer predicciones.

    • Los textos convencionales:

Ese tipo de textos se fundamentan en el acuerdo social ejercido para adoptar un lenguaje y unas reglas comunes que permitan la comunicación y por lo tanto la convivencia, la interacción y cooperación grupal.

A este tipo de textos me referí en la primera parte de estos apuntes. La validez de la interpretación es objetiva como ya se dijo en el sentido que posee un mensaje objetivo transmitido por un emisor, en el marco de una estructura y reglas objetivas del lenguaje. Hay intersubjetividad desde los tres modos anteriormente descritos.

Ejemplos de estos textos son los elaborados por la literatura, la filosofía, la ciencia, el periodismo, etc, etc. Sin embargo, aquí también habrá que hacer algunas distinciones: mientras que en la filosofía, la ciencia, el periodismo y algunos géneros literarios, el significado del mensaje que plantea el autor es claro y concreto para lo cual se dejan múltiples marcadores o indicios, hay otros tipos de relatos cómo la alegorías en la que se utilizan imágenes, símbolos o figuras, que son ambiguas en términos de su representación y que por lo tanto le dejan al receptor del mensaje una amplia libertad en la asignación de los significados del texto.

Dicho lo anterior hay que tener sin embargo, mucho cuidado de no querer interpretar cualquier texto literario como si fuese una alegoría, pues eso significaría desconocer los distintos géneros y desvirtuar los mensajes que dentro de las características propias de cada uno de ellos, el autor quiere transmitir a sus lectores.

Interpretar una novela costumbrista de denuncia política y social como un texto alegórico, nos llevaría a asignar interpretaciones desquiciadas y fantasiosas de algo que en principio era muy concreto y  real.

En el resto de géneros o tipologías creo yo, la información que se quiere transmitir es objetiva y admite ambigüedades demasiado pequeñas para que puedan afectar la intersubjetividad de la interpretación.

La interpretación subjetiva/monológica

Existe por último, un conjunto de significados que son atribuidos por el sujeto en un acto completamente individual, sin referencia a criterios. Esto sucede cuando sin importar que un objeto cualquiera sea un texto o no lo sea, el sujeto siente que ese texto u objeto significa algo, que ese objeto o texto le dice algo a él, le transmite un mensaje particular. Ese mensaje al no partir de una representación ostentada por el objeto o texto, es asignada unilateralmente por el sujeto sin regla o consistencia lógica alguna. Es en este sentido que se dan las distintas respuestas a preguntas como; ¿que te dice a ti esto? ¿qué sientes que significa para ti esto?.

Estas respuestas apuntaran siempre a lo que el mismo sujeto asigne como significado y tendrán un carácter de monologo, pues siempre serán una proyección del mismo individuo, un “escucharse a si mismo” todo el tiempo. Este tipo de interpretaciones pueden tener un sentido terapéutico, pues las interpretaciones serán siempre espejos en los que el mismo sujeto pueda verse para conocerse más. Pero obviamente no ofrecen intersubjetividad y no ofrecen información alguna sobre la realidad o el mensaje objetivo del texto.

Es importante tener en cuenta esto debido a que no es admisible negar indiscriminadamente el mensaje objetivo y la interpretación intersubjetiva de un texto, enarbolando una creatividad interpretativa infinita o una subjetividad arbitraria en arás de la libertad del “sentir”.

Hacer esto es romper el proceso comunicativo, desconocer el carácter dialógico de los textos, traicionar al emisor en su mensaje y validar un caos babélico en donde cada uno habla, pero nadie entiende lo que dice el otro o nadie quiere entender.

Por otra parte, encontrar mensajes en objetos que no representan nada por si mismos, esta  bien siempre y cuando no se quiera imponer como “contenido objetivo”, un significado que solo existe en la imaginación de unas cuantas personas.

Sobre los criterios

En términos generales y sabiendo que las técnicas para comprender un texto son numerosas y profundamente estudiadas y aplicadas, solo quiero enunciar los criterios básicos de interpretación de un texto y  como flexibilizar de ser el caso, el mensaje original.

Un texto se interpreta:

    • En términos de sus elementos básicos: palabras en sus significados originales, oraciones y párrafos.
    • En términos del contexto, intratextual e intertextual:
El contexto intratextual, hace referencia lo que está antes y  después del fragmento interpretado y a la estructura del texto completo.
El contexto intertextual, se refiere al contexto histórico en el que fue producido el texto, al género, tipología textual o campo argumentativo al que pertenece. Si es una norma jurídica, al conjunto de otras normas referidas al mismo objeto. El propósito o intención del autor.
En esta perspectiva y aunque a veces se usan como sinónimos, considero una distinción entre significado y sentido. El significado se sitúa más desde la perspectiva del contexto intratextual y el sentido desde lo intertextual.

Una analogía para entender esto sería la de una pieza de un rompecabezas. Tomada en solitario la imagen que tenga por ejemplo un balón de futbol y un pie, poseerán un significado intratextual proporcionado por esos dibujos. Esos significados serán claros y concretos. Sin embargo ese significado concreto adquiere un sentido cuando la pieza es puesta en el lugar que le corresponde dentro del rompecabezas (contexto intertextual) en el que se nota la escena completa del  balón siendo pateado hacia un sitio que no sabíamos antes cuando solo teníamos la información de la pieza o ficha.
Finalmente un último criterio de flexibilización de la interpretación:
    • Si un mensaje dado en un texto por un emisor, ya no es válido en su sentido original porque el contexto de recepción en sus características sociales o culturales o de cualquier tipo han cambiado, es válido adaptar el mensaje original teniendo cuidado de no traicionar en sus principios más generales o fundamentales, el sentido original del texto, es decir, su relación intratextual y el propósito o intención originales. El espíritu del texto o el espíritu de la ley, deben constituirse en criterios últimos para adaptar un mensaje sin traicionarlo del todo.

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